La
vida siempre comienza como una cuartilla en blanco,
donde
se van reflejando alegrías y quebrantos.
A
ese papel no le adjuntan una goma de borrar,
por
tanto, lo que ahí escribas, jamás se podrá cambiar.
Nuestra
vida estará llena de todo lo que labremos,
nos
traerá flores y frutos y también momentos buenos.
Si
no abatimos las alas que nos da la fantasía,
derribaremos
barreras y el sol saldrá cada día.
Esa
vida será un cuadro donde demos pinceladas,
algunas
serán torcidas y otras serán muy marcadas.
Pero
será en ese lienzo donde pintemos recuerdos,
con
los miedos muy dormidos, con los ojos bien abiertos.
Si
nosotros con empeño un arco iris pintamos,
haremos
que nuestros sueños rompan muros, unan manos.
Si
tienes fe y esperanza y no las dejas marchar,
serán
buenas compañeras hasta llegar al final.
Si
alimentamos el alma con amor y cosas bellas
y
al corazón damos calma, tocaremos las estrellas.
Siempre
habrá un amanecer que traiga melancolías,
pero
si en ti tú confías se irán al atardecer.
Y
si un día llora tu alma porque un amor te ha dañado,
no
cierres nunca la puerta, no le des jamás de lado,
porque
sólo los amores hacen que seamos dueños
de
pinceles y colores para embellecer los sueños.
El
futuro es de aquellos que luchan por sus quimeras:
Ver
felices a sus hijos, poder cambiar sus tristezas.
Cada
lágrima que viene trae una sonrisa a cuestas
y
si tu andar no detienes es seguro que la encuentras.
B.R.O.
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