A lo mejor esta directiva sirve para que sea más fácil eliminar las listas de espera de nuestro país.
Tampoco hay que olvidarse de la cantidad de personas que vienen a España para ser atendidas en nuestros hospitales.
Ojalá todo esto sirva para que los que vienen paguen lo que deben y los que salgan tengan lo que desean encontrar para su salud.
UNA EUROPA SIN
FRONTERAS SANITARIAS
- Los españoles podrán elegir el hospital de la UE donde tratarse si adelantan el pago de la factura que luego les reembolsará Sanidad
Desde
ya, si usted sufre una enfermedad rara o quiere acudir a un especialista
concreto, aunque esté fuera de España, lo puede hacer con total libertad. Eso
sí, no podrá salir del centro extranjero al que acuda sin pasar por caja antes.
A su regreso, el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) le reembolsará
los gastos siempre que el servicio esté recogido en nuestra cartera. Lo hará
con algunas restricciones tanto del coste máximo como de algunas prestaciones sanitarias
que necesitan una autorización previa. Así lo determinó una directiva europea
aprobada en 2011 que hoy aparecerá transpuesta en el BOE en forma de Real
Decreto de Asistencia Sanitaria Transfronteriza. «El objetivo de esta norma es
la libre circulación de la asistencia sanitaria», afirmó ayer el director
general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y
Farmacia, Agustín Rivero, tras la aprobación de la ley en el Consejo de
Ministros.
Surgen ahora dos vías para recibir asistencia en el
extranjero: el reglamento vigente entre países de la UE determina que debe ser
el propio centro de salud el que dirija directamente al paciente a un hospital
extranjero contando con el visto bueno del país receptor; con el real decreto
aprobado ayer se introduce, la libre elección, es decir, «yo elijo el hospital
que quiera, lo pago y luego me devuelven el dinero», insiste Rivero. A no ser
que la operación o el tratamiento no estén incluidos en la Cartera de Servicios
del país de origen. Además, el pago que se realice se ajustará a las tarifas
que tienen determinadas cada país y, en el caso español, cada comunidad
autónoma. Así, «si decido ir a operarme fuera y el procedimiento me cuesta
9.000 euros, mientras que en España es de 6.000, sólo se me reembolsarán
éstos», la diferencia la debe costear el paciente. Entre las prestaciones
sanitarias que están sujetas a una autorización previa se encuentra la
diálisis, la radioterapia o la reproducción asistida, entre otras. Así como los
pacientes que necesiten hospitalización durante más de una noche o la necesidad
de utilizar tecnología muy especializada. Quedan excluidos los cuidados de
larga duración, los trasplantes y los programas de vacunación.
Una de las características que incluye la norma europea
es la posibilidad que ofrece de escoger entre Sanidad pública o privada,
mientras en España nuestro sistema no incluye los tratamientos privados.
El vicesecretario de la Organización Médico Colegial
(OMC), Jerónimo Fernández, aplaude la determinación del Gobierno, ya que «es
una directiva fundamental que terminará con el turismo sanitario. Un
reclamación que los profesionales reclamábamos desde hace tiempo». Y es que
como indican desde la OMC, «el turismo sanitario es una realidad y gracias a
esta directiva vamos a evitar que algunos ciudadanos se vayan sin pagar la
factura, un hecho que se ha dado hasta hace poco». «Todos van a tener que pagar
en el momento», insiste Rivero. Y es que el sistema sanitario español ocupa el
séptimo puesto mundial por su modelo de asistencia y eso atrae a muchos. «Cerca
de 28.000 personas acuden a España al año por tratamientos de salud», concreta
Íñigo Valcanares, director de la Oficina de Pacientes Internacionales de la
Clínica Universidad de Navarra y presidente del Cluster Español de Turismo de
Salud. «La directiva es una gran oportunidad para nuestro país y los cálculos
del sector esperan que la facturación de las clínicas privadas alcance los 277
millones en 2015». Entre las especialidades más demandadas por los pacientes
que vienen aquí destacan la cardiología, la estética, la ortopedia o la
oftalmología. Además, «desde los centros privados también se está intentando
abrir el sistema español a otros lugares fuera de Europa como Rusia, Magreb u
Oriente Medio» y es que «el paciente internacional es un flujo creciente y es
importante captar estas oportunidades para centros privados».
Dado el problema de las listas de espera que existe en
España, podría considerarse que la directiva comunitaria incitaría a que
algunos ciudadanos prefieran costearse un vuelo antes que esperar un año por
una operación, pero desde el Ministerio descartan este uso y la OMC también:
«Sabemos que la mayoría de ciudadanos prefieren tratarse en su país de origen y
esta directiva no se puede utilizar como efecto llamada», sostiene su
vicesecretario. Las primeras estimaciones que se realizaron desde Sanidad
apuntaron a que la puesta en marcha de la directiva costaría unos 32 millones,
aunque desde el Ministerio insisten en que «aún es pronto para conocer cuántos
pacientes vendrán a nuestro país y cuántos saldrán».
Hospitales de referencia
La directiva europea también recoge la creación de una
Red Europea de Referencia a la que se incorporarán centros, servicios y
unidades de referencia de nuestro sistema nacional de salud, uno de los únicos
que cuenta con 187 centros para 42 patologías diferentes. «Somos uno de los
únicos que tienen este listado y el resto de países se están fijando en nuestro
sistema para elaborar los suyos», sostienen desde el Ministerio de Sanidad.
También se va a crear un registro único de profesionales sanitarios en toda la
UE, aunque antes se aprobará el listado español.
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