El
váter de nuestras casas está muy lejos de ser un sumidero capaz de tragarse y
digerir cualquier cosa. Aceites para el coche, ácido clorhídrico, drogas,
textiles e incluso animales vivos... por
las alcantarillas viajan objetos y sustancias que cuesta imaginar
que puedan llegar hasta allí, pero los responsables de las estaciones de
depuración están ya curados de espanto.
Contrariamente
a lo que cabría esperar, los vertidos industriales no son la causa principal de
la contaminación que llega hasta las depuradoras. Son los hogares quienes
inyectan en la red de saneamiento una mayor cantidad de sustancias tóxicas y
objetos que complican el tratamiento de las aguas fecales.
Por
ese motivo, el grupo de trabajo de saneamiento de aguas urbanas del Congreso
Nacional de Medio Ambiente (Conama), que se ha celebrado en Madrid del 26 al 30
de noviembre, ha elaborado un manual
de buenas prácticas para identificar cuáles son las amenazas más importantes
y qué efectos tienen sobre las depuradoras y el proceso de tratamiento. Según
este informe elaborado por los gestores de las redes de saneamiento, éstas son
las 10 cosas que usted nunca debería tirar al váter.
1.-
Toallitas húmedas
Hasta
las estaciones de depuración llegan cantidades ingentes de toallitas húmedas,
bastoncillos para los oídos y muchos otros tipos de textiles. A pesar de que en
muchas ocasiones son
presentados por sus fabricantes como productos respetuosos con el medio
ambiente por ser fabricados con materias primas orgánicas,
generan importantes atascos y daños en los sistemas hidráulicos de la red de
saneamiento.
2.-
Lejía y amoniaco
Además
de estos productos utilizados para la limpieza de los hogares, otras
sustancias, como el ácido clorhídrico, llegan hasta las depuradoras sin ningún
control. Estos productos son capaces de oxidar la materia orgánica o incluso de
matar a una persona con sólo 40 mililitros en un litro de agua, como es el caso
del ácido clorhídrico.
3.-
Medicamentos
Los
fármacos pueden provocar importantes daños a los organismos acuáticos tales
como problemas de
crecimiento, disfunciones sexuales y taras genéticas. Por ese
motivo la Unión Europea está introduciendo limitaciones a estas sustancias ya
que no es necesario una gran cantidad para causar este tipo de alteraciones en
los seres vivos.
4.-
Pinturas y disolventes
Es
cierto que en muchas ciudades los Puntos Verdes no cuentan con la catalogación
de gestores de residuo peligroso, razón por la cual el ciudadano solo puede
optar a verter por el desagüe estos restos. Pero las sustancias químicas que
forman estos productos hace que sean muy tóxicos al verterlos de forma directa
al váter.
5.-
Jabones y detergentes
Son
sustancias formadas por fosfatos que, si se vierten de forma excesiva en el
agua, pueden provocar el crecimiento
de algas en perjuicio de otras formas de vida acuática. Los
detergentes que se desechan tienen que eliminarse a través de unos
procedimientos químicos muy costosos.
6.-
Basura
Cada
vez está más extendido el uso de trituradores de basura presentes en los
fregaderos de las cocinas. Son dispositivos diseñados para desechar los
residuos orgánicos. Estos residuos terminan en la red de saneamiento en vez de
ir al cubo de la basura, provocando la contaminación de las aguas residuales,
la sobrecarga y los atascos en las depuradoras con los sobrecostes que ello
conlleva.
7.-
Aceites vegetales
Estos
aceites al ser vertidos por el desagüe provocan unas bolas de grasa que atascan
los colectores dificultando la salida de los gases y dando lugar a los malos
olores en las ciudades.
8.-
Grasas alimentarias y aceite para el coche
A
diferencia de las anteriores, estas tienen mayor capacidad de generar
obstrucciones porque se arrojan de forma sólida. Los aceites y las grasas hacen
que la generación de residuos en una depuradora se multiplique por 20.
9.-
Pesticidas e insecticidas
Se
trata de sustancias químicas utilizadas para la desinfección de los cascos
urbanos. Pero tienen un
efecto muy grave sobre las estaciones de tratamiento. Según los
gestores de las redes de saneamiento, provocan las más altas tasas de emisiones
en colectores y saneamientos públicos.
10.-
Tratamientos antical
Son
productos denominados en el sector efluentes de equipos domésticos de
tratamientos de aguas. Cada vez son más los hogares que utilizan equipos para
reducir la cal y otras sales en el agua de consumo público. Esto tiene un
efecto negativo, ya que puede
provocar un incremento en la concentración de sales de difícil depuración
y en el vertido a los cauces del agua depurada.
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