martes, 18 de diciembre de 2012

La España oficial y la España real



Acabo de leer este artículo de J. Sandoval y, como estoy totalmente de acuerdo con él, he querido compartirlo con tod@s para ver si somos capaces de despertar de este letargo y hacemos algo para echar, de una maldita vez, a toda esta tropa de sinvergüenzas y caraduras.






La España oficial y la España real

Jake Sandoval

Cada día está más claro el divorcio de las dos Españas, la Oficial y la Real. La España Real es la del esfuerzo, la que gana poco más de mil euros de oficinista y paga mucho en IRPF, la España de los atascos de entrada a las ciudades, de los intercambiadores, del extrarradio, que aprende inglés por las noches, paga coches a letras, intenta que sus hijos entren en un colegio concertado, le pasa dinero a sus padres y ahorra para, por lo menos, poder escaparse una semana al año a algún lado. La España que ha visto como perdía poder adquisitivo por la entrada del euro. La España Real es la que admira a gente como Rafa Nadal o Amancio Ortega, que con su esfuerzo y sin depender del Boletín Oficial del Estado, han conseguido llegar a la cima mundial en su profesión.

La España Oficial es la que gobierna nuestras instituciones. Hasta hace pocos años era la mediocridad lo que caracterizaba a la España Oficial, pero ahora además se le ha unido la corrupción. La España Oficial es la que representan las nuevas generaciones de los partidos, gente que ni ha estudiado, ni se ha preparado, ni ha trabajado nunca. La España Oficial es la que lleva casi 40 años subida al coche oficial, aparcando en segunda fila y comiendo en Lucio y Horcher entre semana a cuenta del contribuyente. La España Oficial es la España de las 17 autonomías en que nadie controla las cuentas, llena de virreyes, empresas públicas, energías subvencionadas e infraestructuras tan caras como inútiles. Donde no se requiere hablar inglés, ni haber tenido experiencia en lo que trabajes. La España de los sindicatos que se representan a sí mismos. La España Oficial son los Urdangarin, Pajín, Matas, Camps, Bono, Pujol, Mas.... Todos los personajes que hacen que la España Real tenga que apagar el telediario porque se le abre las carnes de ver la gente que nos gobierna.
Al hacer balance del año que está a punto de terminar hay una palabra que sobrevuela por encima de todas las demás: crisis. Una crisis que está golpeado con dureza a la España Real, que había creído el eslogan oficial de que democracia y libertad irían unidas a prosperidad. Lo único positivo es que por lo menos se ha avanzado en el diagnóstico, y éste en líneas generales pasa por que la España Oficial ha ido aumentando su control a demasiadas parcelas: justicia, educación, los reguladores, las cajas de ahorro...
Si, 2012 fue el año en que de verdad vinieron los recortes. Recortes a la España Real por los aumentos de impuestos del IVA y del IRPF. Esperemos que el 2013 sea el año en que los recortes lleguen a la España Oficial. La España Real necesita ver que las cosas van a empezar a cambiar y que todo lo que ha sucedido no ha sido un terremoto o un tsunami imprevisible, que la crisis tiene causas y culpables y que hay que poner mucho hormigón si queremos que cosas así no vuelvan a suceder.
La España Real está harta de ver vacías las filas del Congreso de los Diputados, mientras los ve en los palcos de fútbol, en las mejores barreras de los toros, en los restaurantes de más de cien euros cubierto y por supuesto siempre en clase business en los aviones. Cada día que esto no cambia hay alguien que decide que a partir de ahora no se siente representado por esa España. Y no hablo ni del 15M, ni de movimientos anti sistema, sino de esa gran mayoría de personas que madruga todos los días para intentar sacar honradamente su vida adelante y cuyo padre no es diputado autonómico, su tía consejera de la caja de ahorros intervenida y su cuñado diputado de la sexta fila de un parlamento autonómico.

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