viernes, 7 de diciembre de 2012

LA INMACULADA Y LOS TERCIOS DE FLANDES



Me acaban de enviar esta información con el ruego de que la comparta con todos vosotros y, como soy una mandada y es un tema que me encanta, tal y como la recibo os la adjunto para vuestro conocimiento.







EL HEROISMO AL LÍMITE Y
LA INMACULADA Y LOS TERCIOS DE FLANDES
El milagro de “Empel”



 Aquí comienza propiamente el relato de los hechos del milagro. Los soldados se veían perdidos, aislados por el agua, ateridos de frío, hambrientos y completamente a merced del enemigo que los hostigaba con su flota, y Bobadilla los exhorta a arrepentirse, confesar y comulgar para prepararse para lo peor, y orar para que Dios remedie su apuro, puesto que ya todo lo humano se ha hecho y no ha servido para nada. Es entonces cuando aparece la tabla con la imagen de la Inmaculada al cavar un soldado un refugio, y se encomiendan a ella. Mientras tanto, los habitantes de Bolduque apoyan, con devociones, exposición del Santísimo y penitencias, a los españoles. Bobadilla decide al fin ir a por todas, y empiezan a helase las aguas que los tenían aislados.
Notable milagro. Estando un devoto soldado español haciendo un hoyo en el dique para guardarse debajo de la tierra del mucho aire que hacía y del artillería que los navíos enemigos disparaban, á las primeras azadonadas que comenzó á dar para cavar la tierra saltó una imagen de la limpísima y pura Concepción de Nuestra Señora, pintada en una tabla, tan vivos y limpios los colores y matices como si se hubiera acabado de hacer; acudieron otros soldados con grandísima alegría y la llevaron y pusieron en una pared de la iglesia, frontero de las banderas, y el Padre Fray García de Santisteban hizo luego que todos los soldados le dijesen una Salve, y lo continuaban muy de ordinario.
Cofradías de Nuestra Señora en los tercios españoles. Este tesoro tan rico que descubrieron debajo de la tierra fue un divino nuncio del bien (que por intercesión de la Virgen María) esperaban en su bendito día, que fue á 8 de Diciembre, como presto lo veremos, y en memoria diste milagro, en algunos tercios españoles y en otros muchos lugares presídiales donde la infantería española tiene costumbre de fundad cofradías y hermandades de nuestra señora del Rosario, mudaron la advocación para que fuesen de la limpísima y pura Concepción como lo hizo en la casa real de la Aljecería en Zaragoza el primer Capitán y Alcaide dela, Cristóbal Vázquez de Peralta, y hoy día todos los soldados que allí están de presidio celebran las fiestas de la Concepción con grandísima puntualidad; y el tiempo que yo tuve á cargo aquella plaza se hacía y continuaba con mucha devoción, con asistencia de los ministros del Rey, 118 nuestro señor, que allí hay, y porque la memoria de tan excelente milagro como Nuestra Señora hizo á estos encerrados y afligidos españoles no se pierda y quede perpetua una tan santa devoción entre la infantería española, voy estableciendo y formando cofradías y hermandades en todas las compañías de la milicia de mi distrito en el obispado de Jaén, donde el Rey, nuestro señor, me mandó que le sirviese de Sargento mayor de las; y aunque se han ofrecido muchísimas dificultades y las justicias y ciudades procurándomelo estorbar, se han vencido todas con el ayuda y favor de Nuestra Señora de la Concepción, pues á honra y gloria suya, y no por otro respeto las he fundado, y lo mismo creo van haciendo los demás Sargentos mayores de la milicia general de España en todos sus distritos.
El conde Carlos bate la armada enemiga. Domingo, 8 de Diciembre, día de Nuestra Señora de la Concepción, poco antes que amaneciera comenzó el Conde á batir el armada rebelde por la parte que había avisado con tres piezas de artillería que los soldados del tercio de D. Juan del Águila habían plantado á fuerza de brazos, y fuera del trabajo y peligro de estar sitiados, como los demás, pasaban muchas necesidades, y por librarlos pusieron todas sus fuerzas con grandísimo ánimo y valor sin dormir ni descansar todo el tiempo que duró el sitio y trabajo, siendo asistidos de D. Juan del Águila, Maestre de campo, y no menos el Conde trabajando todos lo posible; pero tan en vano como si no hicieran ninguna diligencia.
El capitán Torralba con orden de D. Francisco de Bobadilla corta un dique junto á Hasdem. El capitán Bartolomé de Torralba fue á poner en ejecución lo que el Conde había ordenado é hizo dos muy grandes cortaduras 123 en el dique, y aunque los de Hasdem se lo procuraron estorbar, no salieron con ello, y en vez de ser el único remedio que los sitiados españoles esperaban, fue para ponerlos en mayor peligro, porque creció el agua más de dos codos y casi llegaba por algunas partes á vacar el altura del mismo dique donde estaban, con que de todo punto perdieron las esperanzas de su remedio; y visto que no le tenían y que los rebeldes les amenazaban á que se rindiesen, y que ninguna diligencia les aprovechaba, se afligían y continuaban en sus devociones y plegarias. Don Francisco de Bobadilla anima a sus soldados en los trabajos que pasan en Bonald. Francisco, que era tan gran caballero como soldado y valeroso, no cesaba de amonestarlos cristianamente para que se valieran del sufrimiento, que si los rebeldes por fuerza de armas fueran á asaltarlos, que bien sabrían defenderse y triunfar delos, pues tantas veces lo habían hecho en las ocasiones que con ellos se le ofrecieron; fuera de gran importancia si los rebeldes tomaran esta resolución; pero jamás les pareció acertado ni les pasó por el pensamiento, ni eran tampoco soldados que había de aventurarse á pelear con gente desesperada, pudiendo vencerlos con estarse en sus navíos, como lo hicieron, teniéndolos sitiados, sabiendo que la hambre y fríos los había de acabar y consumir á todos.
                                                    CONCLUSIÓN
Concluye la crónica de los hechos del milagro de Empela, junto con algo de las acciones posteriores de los tercios hasta fin de año, donde acaba el libro noveno de los anales.

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