A continuación van otros poemas que hablan de todos esos
sentimientos que cada uno de nosotros, en alguna ocasión, hemos sentido o
sentiremos a lo largo de nuestras vidas.
ARRUGAS
Quiere
a tus arrugas
porque
son las huellas que escribieron tu destino,
porque
han grabado en tu piel los días vividos,
porque
son la luz del sol en tu camino.
Quiere
a tus arrugas
porque
se han formado con tus risas y tus penas,
con
tus luces y tus sombras, tus secretos y quimeras
y
la tibia luz que te alumbra en primavera.
Quiere
a tus arrugas
porque
entre sus pliegues va el diario de tu historia,
donde
escribes cada día tus memorias,
tus
anhelos y derrotas, tus fracasos y tus glorias.
Quiere
a tus arrugas
porque
ellas son el refugio de los cálidos inviernos,
de
otoños llenos de irrepetibles besos
y
el almacén donde guardar tus sueños.
Quiere
a tus arrugas
porque
con ellas aprendiste a perdonarte,
a
descubrir todas tus imperfecciones
y
a encontrar dentro de ti grandes valores.
Quiere
a tus arrugas
porque
en ellas van guardados los desvelos,
porque
esperan ver volar los sentimientos,
porque
confirman que el AMOR es el remedio.
CREPUSCULO
Y AMANECER
El destino nos juntó en el camino del amor
y nos hizo compartir los momentos más hermosos,
me permitió mirarme en el espejo de tus
ojos
que invitaban serenos a abrazarte sin temor.
Metimos en la jaula del amor los sentimientos
haciendo que volaran los más tiernos
pensamientos.
Compartimos el aroma del jazmín y de las rosas
y el corazón se llenó de un sinfín de bellas
cosas.
¿Quién ha dicho que no se puede disfrutar de los
silencios?
¿Quién ha dicho que no puedo enamorarme de tu
olor?
¿Quién ha dicho que no se puede amar con
inocencia?
¿Quién ha dicho que no puedo yo olvidarme del
dolor?
Separamos nuestros cuerpos cuando el alba acababa
de nacer
y en el alma se prendieron las caricias y los
sueños.
Nuestros labios apresaron el calor de nuestros
besos
que guardamos con empeño hasta vernos otra vez.
Ahora,
en la recta final del último atardecer,
la
nostalgia y la ternura se aúnan en la partida,
y
el crepúsculo de la vida nos da una estrella encendida
para
encontrar la salida hacia el nuevo amanecer.
NOSTALGIA
Nostalgia,
dulce nostalgia,
la
que embarga nuestra vida
al
recordar las salidas
que
no supimos hallar.
Nostalgia
de esos amores
que,
por querer sin medida,
les
perdimos la partida
y
nos hicieron llorar.
Nostalgia
de sentimientos
que
uno a uno vas guardando
mientras
las nubes volando
presagian
nuevos temores.
¿Por
qué la lluvia al caer
no
rompe nuestras cadenas?
¿Por
qué cuando el sol nos quema
no
limpia todas las penas?
Mi
soledad encubierta
y
mi angustia disfrazada,
tratan
de hallarle morada
al
dolor del corazón.
Nostalgia
¿por qué me hieres?
¿por
qué me angustias y dueles?,
¿por
qué sigues empeñada
en
robarme la razón?.
Nostalgia,
nostalgia tengo de ti,
de
aquel amor que sentimos,
del
pasado que vivimos,
de
todo lo que perdí.
QUINIENTOS MIL POEMAS
Quinientos
mil poemas
salieron
de mi pecho,
quinientos
mil poemas
que
no supe escribir
y
al cabo de los tiempos
vuelven
a mi memoria
y
sigo repitiendo
no
puedo estar sin ti.
Me
faltan las palabras,
me
sobran sentimientos,
son
miles los recuerdos
que
tú dejaste en mí
y
desde la distancia,
sumida
en el silencio,
quizás
pueda contarte
todo
lo que sentí.
Fuiste
lo más sagrado
que
tuve yo en mi vida,
me
abriste mil heridas
que
aún no logré sanar.
Y
ahora me contaron
que
no has sido dichoso,
que
en todos tus amores
siempre
pensaste en mí.
Hoy
al volver la esquina
yo
divisé tu cara
cruzamos
las miradas
se
nos volvió el amor.
Tal
vez te diste cuenta
que
siempre has sido mío,
y
es por eso que el destino
nos
ha vuelto a juntar.
TIEMPO PERDIDO
Por
perseguir a ese amor que había perdido
cuántas
noches de pasión yo malgasté.
Por
no dejarlo que durmiera en el olvido
cuántas
horas felices yo dejé .
Esperaba
el renacer de tu cariño
y
no escuchaba la verdad al corazón,
quería
seguir creyendo igual que un niño
y
no dejaba que me hablara la razón.
En
ese tiempo se me fueron mil caricias
que
vagaban inquietas sin destino, sin afán;
dulces
besos volaban sin rumbo por el aire,
tratando
de encontrar otra ilusión para besar.
En
el viento fundida se me fue la esperanza,
que
en silencio esperaba volver a regresar,
la
angustia atenazaba por entero mi garganta
y
la tristeza instalada me impedía pensar.
Hoy
comprendo que ese tiempo que he perdido
ha
servido para ahondar en mi interior,
y
ya puedo sentir de nuevo mis sentidos
y
escuchar otra vez el latir del corazón.
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