lunes, 1 de octubre de 2012

El comienzo


Querid@s amig@s. Antes de nada quisiera presentarme. Mi nombre es Blanca Nieves (no es broma) y he tardado bastante tiempo en sacar esta página porque, aunque creáis lo contrario, me daba un poco de pudor hablar sobre mí fuera de mi entorno familiar. Aunque peino bastantes canas, no soy una persona que exponga fácilmente sus sentimientos, sobre todo cuando son tristezas y problemas personales, me resulta mucho más fácil escuchar y no juzgar y, en lo posible, ayudar.

No me interesa la venganza cuando me hacen daño pero, si lo hacen de forma repetitiva, me alejo de esas personas. No me gustan las broncas, me ponen tremendamente nerviosa y, sobre todo, no me gustan las personas con “Egos” inflados.

Mi meta en la vida es: Llegar al final satisfecha y en paz con mi conciencia.

Hace 9 años mi empresa (una mutinacional francesa) decidió que, como tenía excedente de personal, los primeros que dejarían la empresa serían los mayores de 50 años, no importaba conocimientos, antigüedad, etc.. Así que me tocó salir, con gran dolor de mi corazón porque estaba en lo mejor de mi vida laboral y personal y ese cambio me supuso un montón de sinsabores.

Yo vivía en Madrid y cuando me prejubilaron me marché a una población mucho más pequeña donde se puede oír el silencio y ver casi todas las estrellas del cielo (digo casi todas porque siempre hay alguna farola que resta oscuridad), pensando que ese cambio iba a ser beneficioso para todos. Craso error porque me costó mucho, aún hoy me cuesta, adaptarme a tanta llamémosla quietud.

Por aquél entonces pusieron una radio parroquial y allí que fui yo a ofrecerme para hacer algún programita, aunque no tuviera ni repajolera idea, ni hubiera estado jamás en ninguna emisora. Mi sorpresa fue que me dijeron que sí y tuve que quitarme mi falta de experiencia a tortas.

Llevo ya 6 años haciendo un programa semanal de alrededor de 2 horas, donde se tocan diversos temas. La primera intervención es de un médico con el que tratamos todos los temas relacionados con la salud; después alguna que otra entrevista con toda clase de personajes, tarea en la que me ayudaba un profesor de escuela jubilado hace mucho tiempo (Don Paco). Otro profesor jubilado (Don Pepe Luis) era el encargado de hablarnos de todas las ocupaciones que se habían realizado a lo largo de los años en la localidad y de contarnos chascarrillos y “cotilleos sanos” de épocas ancestrales. Era una exposición tremendamente interesante y nos enteramos de un sinfín de cosas y vivencias de nuestros antepasados.

Teníamos a un joven estupendo que era el que llevaba lo del control de sonido y que también eran un poco novato en estas lides, al igual que nosotros tres. Al principio teníamos toda clase de problemas pero, poco a poco, todo se fue serenando, incluidos los nervios de los “primerizos”, y el programa fue saliendo cada día mejor.

Hemos incorporado nuevas secciones y seguimos tratando de que la gente mayor y los enfermos que no pueden salir de casa, se sientan un poco más acompañados y esta emisora es como el cordón umbilical que nos une a todos.

Lamentablemente estos dos puntales y apoyos inestimables para mí han fallecido y me he quedado un poco huérfana pero, cuando me encuentro un poco desmotivada o algo empieza a no salir tan bien como quisiera, pienso en ellos y me dan ánimos al mismo tiempo que desde donde estén me echan una manita y todo se soluciona.

Eran dos magníficos poetas y precisamente uno de ellos, Pepe Luis, fue el que animó a escribir poemas y le hice caso y he escrito algún que otro poema. Poemas que me gustaría compartir con vosotr@s por lo que los iré poniendo en esta página.

Ahora viene la explicación del nombre de “Ventana  para el Alma”. Me gustaría que esta ventana nos sirviera a todos como apoyo en nuestras vicisitudes del alma y os animo a que os asoméis a ella porque siempre estará abierta para que entre un poco de aire limpio y nuevo en nuestras vidas.

Un abrazo
Blanchu

Esta foto es una broma de mi hija.



















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