sábado, 8 de febrero de 2014

Sin fronteras sanitarias en Europa



A lo mejor esta directiva sirve para que sea más fácil eliminar las listas de espera de nuestro país. 

Tampoco hay que olvidarse de la cantidad de personas que vienen a España para ser atendidas en nuestros hospitales.

Ojalá todo esto sirva para que los que vienen paguen lo que deben y los que salgan tengan lo que desean encontrar para su salud.

UNA EUROPA SIN
FRONTERAS SANITARIAS

  • Los españoles podrán elegir el hospital de la UE donde tratarse si adelantan el pago de la factura que luego les reembolsará Sanidad


Desde ya, si usted sufre una enfermedad rara o quiere acudir a un especialista concreto, aunque esté fuera de España, lo puede hacer con total libertad. Eso sí, no podrá salir del centro extranjero al que acuda sin pasar por caja antes. A su regreso, el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) le reembolsará los gastos siempre que el servicio esté recogido en nuestra cartera. Lo hará con algunas restricciones tanto del coste máximo como de algunas prestaciones sanitarias que necesitan una autorización previa. Así lo determinó una directiva europea aprobada en 2011 que hoy aparecerá transpuesta en el BOE en forma de Real Decreto de Asistencia Sanitaria Transfronteriza. «El objetivo de esta norma es la libre circulación de la asistencia sanitaria», afirmó ayer el director general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y Farmacia, Agustín Rivero, tras la aprobación de la ley en el Consejo de Ministros.
Surgen ahora dos vías para recibir asistencia en el extranjero: el reglamento vigente entre países de la UE determina que debe ser el propio centro de salud el que dirija directamente al paciente a un hospital extranjero contando con el visto bueno del país receptor; con el real decreto aprobado ayer se introduce, la libre elección, es decir, «yo elijo el hospital que quiera, lo pago y luego me devuelven el dinero», insiste Rivero. A no ser que la operación o el tratamiento no estén incluidos en la Cartera de Servicios del país de origen. Además, el pago que se realice se ajustará a las tarifas que tienen determinadas cada país y, en el caso español, cada comunidad autónoma. Así, «si decido ir a operarme fuera y el procedimiento me cuesta 9.000 euros, mientras que en España es de 6.000, sólo se me reembolsarán éstos», la diferencia la debe costear el paciente. Entre las prestaciones sanitarias que están sujetas a una autorización previa se encuentra la diálisis, la radioterapia o la reproducción asistida, entre otras. Así como los pacientes que necesiten hospitalización durante más de una noche o la necesidad de utilizar tecnología muy especializada. Quedan excluidos los cuidados de larga duración, los trasplantes y los programas de vacunación.
Una de las características que incluye la norma europea es la posibilidad que ofrece de escoger entre Sanidad pública o privada, mientras en España nuestro sistema no incluye los tratamientos privados.
El vicesecretario de la Organización Médico Colegial (OMC), Jerónimo Fernández, aplaude la determinación del Gobierno, ya que «es una directiva fundamental que terminará con el turismo sanitario. Un reclamación que los profesionales reclamábamos desde hace tiempo». Y es que como indican desde la OMC, «el turismo sanitario es una realidad y gracias a esta directiva vamos a evitar que algunos ciudadanos se vayan sin pagar la factura, un hecho que se ha dado hasta hace poco». «Todos van a tener que pagar en el momento», insiste Rivero. Y es que el sistema sanitario español ocupa el séptimo puesto mundial por su modelo de asistencia y eso atrae a muchos. «Cerca de 28.000 personas acuden a España al año por tratamientos de salud», concreta Íñigo Valcanares, director de la Oficina de Pacientes Internacionales de la Clínica Universidad de Navarra y presidente del Cluster Español de Turismo de Salud. «La directiva es una gran oportunidad para nuestro país y los cálculos del sector esperan que la facturación de las clínicas privadas alcance los 277 millones en 2015». Entre las especialidades más demandadas por los pacientes que vienen aquí destacan la cardiología, la estética, la ortopedia o la oftalmología. Además, «desde los centros privados también se está intentando abrir el sistema español a otros lugares fuera de Europa como Rusia, Magreb u Oriente Medio» y es que «el paciente internacional es un flujo creciente y es importante captar estas oportunidades para centros privados».
Dado el problema de las listas de espera que existe en España, podría considerarse que la directiva comunitaria incitaría a que algunos ciudadanos prefieran costearse un vuelo antes que esperar un año por una operación, pero desde el Ministerio descartan este uso y la OMC también: «Sabemos que la mayoría de ciudadanos prefieren tratarse en su país de origen y esta directiva no se puede utilizar como efecto llamada», sostiene su vicesecretario. Las primeras estimaciones que se realizaron desde Sanidad apuntaron a que la puesta en marcha de la directiva costaría unos 32 millones, aunque desde el Ministerio insisten en que «aún es pronto para conocer cuántos pacientes vendrán a nuestro país y cuántos saldrán».

Hospitales de referencia
La directiva europea también recoge la creación de una Red Europea de Referencia a la que se incorporarán centros, servicios y unidades de referencia de nuestro sistema nacional de salud, uno de los únicos que cuenta con 187 centros para 42 patologías diferentes. «Somos uno de los únicos que tienen este listado y el resto de países se están fijando en nuestro sistema para elaborar los suyos», sostienen desde el Ministerio de Sanidad. También se va a crear un registro único de profesionales sanitarios en toda la UE, aunque antes se aprobará el listado español.



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