Como siempre la izquierda tan
respetuosa con todos los que no piensan como ellos.
Si fueran los cristianos los que
hicieran algo parecido, gritarían a los cuatro vientos que son unos
irrespetuosos y les tildarían de gente que no respeta las libertades.
Señores, ya va siendo hora de
hacerles ver que no todo vale.
Un grupo de feministas celebró la renuncia del Papa profanando la catedral de Notre Dame
La oposición francesa ha criticado las bromas de Hollande sobre la renuncia del Papa Benedicto XVI.
La renuncia
de Benedicto
XVI ha generado reacciones muy dispares en Francia, algunas de ellas
muy polémicas. Las muestras de apoyo y las oraciones de los católicos han quedado
empañadas por el grave acto de profanación que se produjo en la catedral de Notre Dame en París.
Poco después
de que se conociera la sorprendente
noticia del Papa, un grupo de feministas de la organización Femen
profanó la catedral parisina y sus integrantes se desnudaron en su interior con
el objetivo de celebrar la renuncia de Benedicto XVI.
En total,
ocho mujeres de esa organización radical, muy activa en París, entraron al
templo entre la masa de turistas y se despojaron de sus vestimentas superiores
una vez dentro de la nave principal.
Una vez
semidesnudas hicieron sonar tres de las nuevas campanas que exhibe Notre-Dame
mientras gritaban en inglés los eslóganes que llevaban pintados en el cuerpo: "No más papa", "No a la
homofobia" o "Crisis de fe". Los servicios de
orden de la catedral gótica situada en la isla de la Cité, rodeada por el Sena,
se apresuraron en evacuar a las manifestantes. Posteriormente, fueron detenidas
por profanación, asalto y agresión.
La gravedad
de los hechos, y en el contexto en el que se produjeron, ha obligado a
intervenir al ministro de Interior francés, Manuel
Valls, que ha considerado los hechos una "provocación
innecesaria" y mostró su apoyo "a todos los católicos que se han
sentido ofendidos".
En su
opinión, aunque la condición laicista de Francia "permite a todos creer o no creer libremente",
también existe la garantía de "todos los creyentes a su derecho a celebrar
sus cultos con dignidad y respeto".
Del mismo
modo, el alcalde de París, Bertrand Delanoë, se ha querido manifestar y ha
asegurado que la profanación "caricaturiza
la lucha por la igualdad de género y resulta ofensivo para los
creyentes".
La inoportuna broma de Hollande
Pero esta no
ha sido la única polémica que ha ocurrido en Francia tras la noticia de la
renuncia de Benedicto XVI. De hecho, el propio presidente
Hollande se ha visto envuelto en otra polémica tras bromear sobre este
asunto. Después de conocer la noticia y en un acto conjunto con el presidente
de Nigeria, Hollande dijo en tono jocoso que Francia "no presentará candidato" a la sucesión.
Estas
palabras no gustaron nada a la oposición y el exminnistro del Interior, Claude
Guéant, aseguró que "hacer una broma sobre una decisión tan digna, tan
responsable, no está bien, es inoportuno".
Además,
añadió que "bromear sobre una personalidad que representa tanto para tanta
gente, que representa una esperanza, una forma de vivir, me parece que no está
bien", subrayó. "Todo el mundo sabe que François Hollande no es muy favorable a
las religiones en general y a la religión católica en
particular", agregó Guéant sobre el mandatario.
Pero además, lejos de
calmarse las aguas, la ministra delegada para las Personas Mayores echó más
leña al fuego al publicar un tuit quejándose de que el Papa no le consultó si
era conveniente que dimitiera. "Debo reconocer que, equivocado o no, Benedicto XVI omitió consultarme antes
de tomar su decisión", afirmó la socialista.
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