jueves, 5 de diciembre de 2013

Carta de un guardia civil





Hace falta  tener mucha valía personal y mucho coraje para decir lo que dice este guardia civil y, a pesar del dolor con el que ha tenido que convivir, seguir en la brecha para defender a tanta gente de bien y que están orgullosos de llamarse “españoles”.




CARTA DE UN GUARDIA CIVIL AL JUEZ DEL TRIBUNAL DE ESTRASBURGO

> Autor: Eugenio Martínez Salido
> Guardia Civil
> Carta a un Magistrado
>
> A su señoría Ilma. D. Luis López Guerra, desde mi condición de
> español y guardia civil tengo el honor de exponer:

> Que habiendo tenido conocimiento de la sentencia del tribunal europeo
> De derechos humanos, del que Su Señoría forma parte, en el que se
> declara no acorde a derecho a la denominada “Doctrina Parrot” y a
> tenor de ello deja abierta la vía de la excarcelación a una seria de
> asesinos, violadores, psicópatas y delincuentes varios.

> He de manifestarle mi más profunda repulsa por éste hecho y ante las
> dudas que puedan surgirle ante esta argumentación, quiero matizarla
> con algunos aspectos diferenciadores entre Su Señoría y mi propia persona:

> Tanto Su Señoría como yo nacimos en España, por lo tanto a efectos
> legales ambos somos españoles, pero en la década de los años 80,
> mientras Su Señoría impartía clases de derecho constitucional en la Universidad
> yo vestía el uniforme de la Guardia Civil y pateaba el Pirineo
> sufriendo las inclemencias del tiempo y lo que es peor, la pérdida de compañeros
> y amigos bajo la barbarie terrorista.

> Entiendo que su labor fue ardua y necesaria. La formación de nuestros
> jóvenes lo requería y por ello no dejo de valorarlo. Pero quizás Su
> Señoría no se ha parado a pensar, cuando votó a favor de dejar en libertad a
> aquellos que asesinaron a mis compañeros, que mi misión también fue
> necesaria; bueno, solo consistía en jugarme la vida para proteger a todos los
> españoles, Su Señoría y sus alumnos incluidos.

Puedo contarle muchas historias de aquella época, como es lógico, para
> Vd. Ignoradas. No de oídas en primera persona puesto que formé parte
> de los entonces recién creado grupos antiterroristas (GAR).
> Puedo contarle como fue la liberación de Orbegozo. Del Sr. Iglesias.
> De Ortega Lara, o como se desarrolló la angustiosa búsqueda 
de Miguel Ángel Blanco.
Y lo que es peor, puedo contarle la sensación que se tiene al recoger
> los trozos de un compañero de las ramas de un árbol en Pamplona.
> Sería muy largo, pues son muchos y no quiero aburrirle con historias
> pasadas, solo quisiera que si algún día leyera esto, que espero le
> llegue a sus manos, se pare a pensar si los españoles nos merecemos 
que individuos como esos vuelvan a la calle, 
si con su voto ha conseguido dejar en
> libertad a un psicópata que mate o viole a otra niña, y si eso ocurriese, 
que pido a Dios no lo permita, 
le quede la necesaria tranquilidad moral y autoestima para
> seguir mirando a sus seres queridos y al resto de sus compatriotas.


> Quedo a su disposición como miembro de la Guardia Civil y garante de
> la legalidad establecida. Aunque no comparta votos como el que Su
> Señoría ha emitido en el caso que nos ocupa.

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