¿POR
QUÉ LAS PLANTAS SON VERDES?
No es por casualidad, sino el resultado de una larga historia evolutiva condicionada por el ambiente
En el
planeta Tierra, las plantas son verdes y no es por casualidad, sino el
resultado de una larga historia evolutiva condicionada por el ambiente. Pero,
¿podría haber sido de otra forma? ¿Por qué son mayoritariamente verdes y no,
por ejemplo, azules o rojas?
Las
plantas de tierra firme descienden de organismos originados y evolucionados
bajo el agua. Encontramos organismos fotosintéticos acuáticos de muchos colores
si contamos las bacterias y las algas: en el mar hay una gran gama de verdes,
marrones, rojos y amarillos... Pero, ¿por qué el verde predomina fuera del
agua? La idea más aceptada es que los organismos fotosintéticos han
optimizado sus sistemas de captación de luz visible de los fotones, en
consonancia con lo que tenían disponible. La luz solar no siempre ha sido tan
intensa, por tanto, la cantidad de fotones que ha llegado al planeta ha sido
diferente (de hecho, la luminosidad solar aumentó bastante al principio de su
historia). Además, la filtración de la luz que realiza la atmósfera ha ido
cambiando también junto con la composición química de esta, teniendo un papel
relevante el oxígeno y el ozono, dos componentes ausentes en la atmósfera
primitiva. Finalmente, también hay que considerar el efecto de filtración del
agua sobre la calidad y cantidad de luz que llega a diferentes profundidades
bajo la superficie.
Plantas negras
La luz
solar es muy rica en fotones de luz roja y menos en los fotones más
energéticos, los azules. Los fotones de energía intermedia (los verdes), no son
ni muy energéticos, ni abundantes. Las clorofilas (moléculas responsables del
color de las plantas y, lo que es más importante, las verdaderas «inventoras»
de la fotosíntesis) están «enfocadas» en capturar esa parte del espectro solar
más abundante (la roja) y la más energética (la azul): por eso nosotros vemos
las clorofilas de color verde. Son verdaderas antenas con una orientación
óptima para capturar los tipos característicos de luz que nos llega del sol.
Otros organismos fotosintéticos acuáticos cuentan con un repertorio de
pigmentos diferente, de otros colores, que les permiten capturar mejor aquellas
regiones del espectro solar que penetra a través del agua. Pero no es nada
sorprendente que los organismos fotosintéticos que emergieron del mar y
conquistaron la tierra firme fueran aquellos mejor adaptados para captar la luz
solar que llega a la superficie terrestre. Es decir, los organismos verdes.
Pero, ¿qué
hubiese pasado si en vez del sol, nuestro planeta orbitase alrededor de una
estrella con características luminosas diferentes? Con una gran fantasía
orientada científicamente, Nancy Y. Kiang nos transporta a otros mundos
habitados por plantas azules, o incluso negras, dependiendo de si estos
planetas están cerca de una estrella de tipo F (que emite muchos fotones azules
y las plantas se tendrían que proteger con pigmentos de este color) o de tipo M
(una enana roja) con una luz muy tenue que favorecería a plantas adaptadas para
captar todo tipo de fotones (es decir, negras).
Juli Peretó. Departamento de Bioquímica y Biología
Molecular, Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva,
Universidad de Valencia.
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