lunes, 13 de mayo de 2013

Concierto de música vegetal por "Cien años de mercado!



Qué bien, en España, concretamente en Calahorra (La Rioja), llevan dos años haciendo un desfile de ropa confeccionada a partir de toda clase de verduras y resulta muy espectacular.  Este desfile lo organiza el Ayuntamiento y los artífices de estos modelos son los alumnos de la Escuela de Diseño de Logroño, capitaneados este año por una de sus profesoras, Edith González.  A este desfile ha asistido Agatha Ruiz de la Prada quien ha dicho que ha sacado muchas y buenas ideas para hacer sus bocetos con verduras.

He aquí otra forma, también bella, de utilizar la verdura y hacer música para el deleite de nuestros oídos.
Donde pone "Escuchar para creer" podéis pinchar y ver cómo fabrican los instrumentos y escuchar cómo suenan.


CONCIERTO VEGETAL POR
 ¡CIEN AÑOS DE MERCADO!

·         La Orquesta Vegetal de Viena convierte calabazas, zanahorias o cebollas en instrumentos musicales para celebrar el centenario del Mercado de San Miguel





 El Mercado de San Miguel cumple cien años en plena forma y, sin duda, como uno de los lugares de referencia de productos gourmet y artesanos en Madrid. Para celebrarlo, hoy cierran sus puertas y ofrecerán un concierto de música muy singular, sólo para invitados, a partir de las 20:00. Y es que la Orquesta Vegetal de Viena, sí, han leído bien, aterriza en España. Una agrupación musical fundada en 1998 que crea sus propios instrumentos a partir de vegetales. Como lo oyen.
Calabazas, zanahorias, cebollas, berenjenas, pimientos y otros productos de la huerta sirven para ser transformados con mucho ingenio en flautas, tambores y objetos de percusión. Sonidos experimentales, free- jazz, dub, música contemporánea y electrónica. Creatividad vegetal. Por eso lo primero que harán los miembros de la orquesta nada más llegar al mercado será pasear entre los puestos para escoger su materia prima y fabricar los instrumentos con los que después tocarán ante el privilegiado público. Escuchar para creer.

Algo más que un mercado

 El Mercado de San Miguel, considerado Bien de Interés Cultural (BIC) como monumento, ha llegado hasta nuestros días como un superviviente de aquellos mercados de hierro y cristal que a finales del siglo XIX pusieron bajo techo los puestos de los comerciantes madrileños, quienes habitualmente ofrecían sus productos al aire libre. Fue construido en 1913 por el arquitecto Alfonso Dubé y Díez e inaugurado en 1916, aunque en ese lapso de tiempo nunca llegó a cerrar.

En su larga existencia ha tenido más luces que sombras. Vivió una época de esplendor hasta que, en los años 80, las grandes superficies comerciales cambiaron los hábitos de consumo de los madrileños, además, también se sumó el envejecimiento de la población residente en la zona central de la capital. En 1999 sufrió otra remodelación, sin embargo, la actividad siguió decayendo.
En el año 2003 el mercado pasaba por sus horas más bajas. Fue entonces cuando Gastrónomos de San Miguel, un grupo de profesionales de diferentes sectores y amantes del buen comer, decidió recuperar la salud del enfermo. "Empezamos a investigar las causas de su decadencia y proyectamos una renovación", comenta Montserrat Valle, actual Presidenta del Mercado. El proceso no resultó fácil, pero al final vio la luz.
Las reformas duraron dos años, de 2007 a 2009 y su apertura fue todo un acontecimiento social. El resultado deslumbró tanto que encendió la mecha para que otros espacios similares iniciaran su rehabilitación, "Nosotros marcamos una nueva vía, en cuanto a una apuesta por el pequeño comercio y la alimentación artesana", asegura Montserrat. El negocio funciona y hoy más de 75.000 personas traspasan el umbral del mercado cada semana para comprar algo de sushi, buena carne, pasta fresca, un vino o un pan artesanal. Pues eso, y que cumpla muchos más.

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