Qué
bien, en España, concretamente en Calahorra (La Rioja), llevan dos años
haciendo un desfile de ropa confeccionada a partir de toda clase de verduras y
resulta muy espectacular. Este desfile
lo organiza el Ayuntamiento y los artífices de estos modelos son los alumnos de
la Escuela de Diseño de Logroño, capitaneados este año por una de sus profesoras,
Edith González. A este desfile ha
asistido Agatha Ruiz de la Prada quien ha dicho que ha sacado muchas y buenas ideas
para hacer sus bocetos con verduras.
He
aquí otra forma, también bella, de utilizar la verdura y hacer música para el
deleite de nuestros oídos.
Donde
pone "Escuchar para creer" podéis pinchar y ver cómo fabrican los
instrumentos y escuchar cómo suenan.
CONCIERTO
VEGETAL POR
¡CIEN AÑOS DE MERCADO!
· La Orquesta Vegetal de Viena convierte calabazas, zanahorias o cebollas en instrumentos musicales para celebrar el centenario del Mercado de San Miguel
El Mercado de San Miguel cumple
cien años en plena forma y, sin duda, como uno de los lugares de referencia de
productos gourmet y artesanos en Madrid. Para celebrarlo, hoy cierran sus
puertas y ofrecerán un concierto de música muy singular, sólo para invitados, a
partir de las 20:00. Y es que la Orquesta
Vegetal de Viena, sí, han leído bien, aterriza en España. Una
agrupación musical fundada en 1998 que crea sus propios instrumentos a partir
de vegetales. Como lo oyen.
Calabazas,
zanahorias, cebollas, berenjenas, pimientos y otros productos de la huerta
sirven para ser transformados con mucho ingenio en flautas, tambores y objetos
de percusión. Sonidos experimentales, free- jazz, dub, música contemporánea y
electrónica. Creatividad vegetal.
Por eso lo primero que harán los miembros de la orquesta nada más llegar al
mercado será pasear entre los puestos para escoger su materia prima y fabricar
los instrumentos con los que después tocarán ante el privilegiado público. Escuchar para creer.
Algo más que un mercado
El Mercado de San Miguel, considerado Bien de Interés Cultural (BIC) como monumento, ha llegado hasta nuestros días como un superviviente de aquellos mercados de hierro y cristal que a finales del siglo XIX pusieron bajo techo los puestos de los comerciantes madrileños, quienes habitualmente ofrecían sus productos al aire libre. Fue construido en 1913 por el arquitecto Alfonso Dubé y Díez e inaugurado en 1916, aunque en ese lapso de tiempo nunca llegó a cerrar.
En su larga
existencia ha tenido más luces
que sombras. Vivió una época de esplendor hasta que, en los
años 80, las grandes superficies comerciales cambiaron los hábitos de consumo
de los madrileños, además, también se sumó el envejecimiento de la población
residente en la zona central de la capital. En 1999 sufrió otra remodelación,
sin embargo, la actividad siguió decayendo.
En el año
2003 el mercado pasaba por sus horas más bajas. Fue entonces cuando Gastrónomos de San Miguel, un
grupo de profesionales de diferentes sectores y amantes del buen comer, decidió
recuperar la salud del enfermo. "Empezamos a investigar las causas de su
decadencia y proyectamos una renovación", comenta Montserrat Valle, actual
Presidenta del Mercado. El proceso no resultó fácil, pero al final vio la luz.
Las
reformas duraron dos años, de 2007 a 2009 y su apertura fue todo un
acontecimiento social. El resultado deslumbró tanto que encendió la mecha para que
otros espacios similares iniciaran su rehabilitación, "Nosotros marcamos
una nueva vía, en cuanto a una apuesta por el pequeño comercio y la
alimentación artesana", asegura Montserrat. El negocio funciona y hoy más
de 75.000 personas traspasan el umbral del mercado cada semana para comprar
algo de sushi, buena carne, pasta fresca, un vino o un pan artesanal. Pues eso,
y que cumpla muchos más.
Wow¡ es superinteresante
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