lunes, 15 de abril de 2013

Lilly Pulitzer y sus estampados



Nunca te acostarás sin saber una cosa más, dice el refranero popular español.   Aquí va una noticia que seguro muchos de vosotros no sabíais, así que ahora sabemos ya esa cosa que nos faltaba antes de meternos en la camita.




Las tendencias del verano 

EL ESTAMPADO QUE EMPEZÓ
CON UNA MANCHA DE ZUMO
  • Lilly Pulitzer, fallecida el día 7, hizo furor con sus estampados tropicales
  • Comenzó a diseñar vestidos para disimular las manchas de zumo
  • En homenaje a la reina del dibujo, repasamos los estampados de este verano
·         Acababa de inaugurar su puesto de zumos en Palm Beach, cuando Lilly Pulitzer -una 'socialité' sin necesidad de trabajar pero mucho tiempo libre- se dio cuenta de que necesitaba un vestido que disimulase los manchurrones de naranja y pomelo. Así nacerían los estampados tropicales con los que hizo furor en los años 60, repletos de palmeritas, juguetones flamencos o cocodrilos y colores a primera vista incompatibles. En homenaje a la reina del dibujo estival -fallecida hace una semana a los 81 años-, hemos recopilado los estampados más veraniegos de esta temporada.




·         





 "Diseño colecciones sobre lo que quiera que golpee mi gusto.... frutas, verduras, políticos o pavos reales", dijo Pulitzer en una entrevista en 2009. "Fue un cambio total de vida para mí, pero hice a la gente feliz", añadía.
·         En efecto, nada hacía pensar en sus orígenes que Lilly se dedicaría al diseño de modas. De una familia acaudalada del estado de Nueva York, siendo una veinteañera conoció a 'Peter' Herbert Pulitzer Jr (nieto del periodista Joseph Pulitzer, fundador de los premiso del mismo nombre) en Palm Beach. En 1952, Lilly se fugó con el joven heredero, se casaron y se instalaron en la finca de los Pulitzer, entre plantaciones de cítricos.
·         Precisamente, echó mano de aquellas frutas para llenar su tiempo tras ser ingresada por ataques de ansiedad, en 1957. "Me volví loca. Era una insípida; la gente siempre tomaba las decisiones por mí. El médico me dijo que debía encontrar algo que hacer", explicaba en una entrevista concedida a People en los años 80.
·         Y lo que hizo fue inaugurar un puesto de zumos en Worth Avenue -algo así como el Rodeo Drive de Florida- con una amiga que había sido editora en Harper's Bazaar, Laura Robbins. Ambas se dieron cuenta de que debían ponerse algo que disimulase los manchurrones de aquellas frutas. ¿Por qué no un vestido estampado de colores imposibles?
·         "Así que fui a una tienda de saldos, compré tela, la llevé a la costurera y lo hizo", relató en una entrevista con la revista W. Los vestidos ideados por Lilly -quien no sabía coser- comenzaron a venderse en el propio stand por 22 dólares y a ser tan famosos en Palm Beach como lo eran sus fiestas en las que recibía descalza. En 1961 abrió tienda propia, cómo no, en Worth Avenue. Las damas del condado llamaban a aquellos vestidos (de algodón, sencillos patrones sesenteros y con forro, ya que Lilly evitaba la ropa interior para combatir el calor de Florida) simplemente 'lillys'.

·         El 'lilly' de Jackie Kennedy

·         El éxito se extendió más allá de los límites de Florida cuando una antigua compañera de colegio -Jacqueline Bouvier, que por entonces ya se había convertido en Jackie Kennedy- fue fotografiada con un 'lilly' de lunares mientras pasaba unas vacaciones en Capri con su hermana, allá por 1962.
·         "Estaba hecho de material de cortina de cocina y la gente se volvió loca", explicaría después la diseñadora. Tras ese espaldarazo, en la década de los 60 y 70 la firma Lilly Pulitzer (Lilly mantuvo el apellido tras separarse de 'Peter' e, incluso, tras casarse con un cubano de aires aristocráticos) llegó a vender 15 millones de dólares.
·         "Sin ni siquiera intentarlo, Lilly prometía un chapuzón en el estilo de vida de Palm Beach despreocupado y bañado por el sol por sólo el precio de un vestido", decía en 2004 un artículo publicado en el Palm Beach Post sobre la que consideraban "nuestra Lilly". "La vida de Lilly es divertida. Es colorida y es feliz. No sé por qué alguien no va a querer sentirse de ese modo", comentaba para el diario Jay Mulvaney, autor de un libro sobre la diseñadora junto a la propia Pulitzer.
·         Lo cierto es que en las últimas décadas la divertida vida de Lilly se había apartado del negocio, manteniéndose sólo como asesora. Sin embargo, ese alegre espíritu pervive en los diseños de la marca (tras suspender pagos en 1984, en 1993 la marca fue resucitada y aún sobrevive) como sucede con cualquier estampado veraniego. Palmeras, pájaros exóticos, frutas... todos transmiten aquellas sensaciones que muchos veían en la diseñadora. Como decía una de sus acólitas en el diario local, "¿cómo puedes sentirte soso y gris cuando vistes estas prendas?".








No hay comentarios:

Publicar un comentario