lunes, 2 de junio de 2014

La fuerza universal del amor - Carta de un padre a su hija


El otro día hablando con una amiga, más joven que yo, me decía que había leído algo que la había hecho recapacitar.  El tema no era, ni más ni menos, que las pocas veces que decimos verbalmente a nuestros seres queridos que les queremos, que son importantes para nosotros, que nos sentimos orgullosos de ellos, etc. etc.

Todo venía a colación a que en una película, en el entierro de un hijo, el padre al darle sepultura dijo en voz alta: Siempre he estado muy orgulloso de ti, hijo mío.  En ese momento la hija que le oye le dice; ¿Y por qué no se lo has dicho cuando aún estaba vivo?

Yo creo que a mi “gente” se lo digo pero, por si acaso son pocas las veces que lo hago, sirva como declaración de mi cariño/amor parte de una carta que escribió un padre a su hija, con los que estoy totalmente de acuerdo ya que expresa también mis sentimientos.


“””
Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el amor.

El amor es luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El amor es Dios, y Dios es amor.

Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta.


“””

No hay comentarios:

Publicar un comentario